Si el tiempo durante vuestra escala de crucero en Recife os lo permite, salid aexplorar la ciudad de Olinda, a tan sólo 7 km. Inscrita en el patrimonio mundial de la UNESCO, esta antigua capital, fundada en 1537, ofrece, entre mar y vegetación salvaje, un espectáculo de lo más encantador: callejuelas estrechas, incontables iglesias y conventos, escuelas, museos, galerías de arte… Una visita inolvidable.
También conocida como la Venecia de Brasil, el puerto de Recife, situado en la desembocadura de tres ríos, tiene el encanto de ser una ciudad donde el agua es omnipresente y el mestizaje cultural muy importante. Pasear por el casco antiguo, el Recife Antigo, os da la oportunidad de descubrir una cuarentena de puentes, bonitas casas coloniales, iglesias barrocas como la Capilla dorada o la Catedral São Pedro dos Clérigos, así como el Museo de la ciudad de Recife o el Instituto Ricardo Brennand. La ciudad también posee un antiguo observatorio astronómico, la Torre Malakoff, numerosos teatros y un interesante taller de cerámica. Os aconsejamos ver: la Basílica Nossa Senhora do Carmo, la Fundación Gilberto Freyre, la Nossa Senhora do Rosário dos Homens Pretos, la sinagoga Kahl Zur Israël, la Casa de Cultura de Pernambuco y el Fuerte de Brum.
En Recife la variedad es el secreto de la cocina tradicional. Si dais un paseo por el viejo Recife descubriréis diversas tabernas ideales para degustar un menú típico brasileño. Desde el currasco, carne a la brocha asada al carbón, hasta el pescado cocido con aceite de palma, el vatapá, descubrir las especialidades de la región es todo un viaje gastronómico . Las comidas son la ocasión ideal para descubrir el arroz com camarão o el guariroba. La cachaça, aguardiente extraído de la caña de azúcar, acompaña estas especialidades de maravilla. A degustar: el Guaraná, la feijoada (carne de vaca con frijoles), el bobo de camarão (sopa de gambas) y el paçoca, a base de cacahuetes.
Durante vuestra escala de crucero en Recife, relajaros en las espectaculares playas rodeadas de magníficos arrecifes coralinos . Aquí el buceo es casi una religión, ya que existe uno de los mejores lugares para bucear, los restos del barco hundido Vapor Bahia y del galeón portugués Alfama de Lisboa. Si os gusta tomar el Sol en un marco idílico de arena blanca o preferís el vóley-playa, os damos cita en la playa Piedade o en la playa Boa Viagem. Esta última está rodeada de simpáticos chiringuitos y restaurantes. Os aconsejamos: adentraros en el Mercado de São José, explorar les galerías de arte, ir al carnaval o a los conciertos al aire libre del viejo Recife, aventuraros en las ciudades vecinas de Porto de Galinhas y de Olinda.
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