La visita a la isla de Lipari empieza con una parada en el Belvédère de Quattrocchi para aprovechar de la vista panorámica a los Faraglionis de Lipari y la isla Vulcano. Después continuad hacia el noroeste hasta llegar al pueblo de Quattropani. Aquí descubriréis la estación termal de San Calogero, una antigua mina de kaolin, y las ruinas de una torre sarracena. Después dirigíos hacia Acquacalda para ver las canteras de piedra pómez antes de regresar al puerto de Lipari. Otra buena idea: dar la vuelta a la isla en barco para admirar las espléndidas calas y playas de la isla.
A 45 km de la Sicilia, vuestra escala en Lipari os dará la oportunidad de descubrir la capital de la isla más grande del archipiélago de las Islas Eolias. Con sus casas de color pastel y monumentos importantes, reconoceréis el centro histórico por las suntuosas torres medievales del Castillo , edificio construido sobre las ruinas de una antigua Acrópolis griega. En el mismo recinto, entre restos arqueológicos, se alza la Catedral normanda de estilo gótico. Un poco más lejos, el Museo Arqueológico de las Islas Eoliasmerece una visita gracias a su rica colección de objetos antiguos como vasos griegos, jarras funerarias, etc. Lugares de interés: la iglesia de San Bartolomé del siglo XII y el Parque Arqueológico que alberga un cementerio y un teatro.
En Lipari, la cocina está muy relacionada con la tradición marítima. Muy elaboradas, las preparaciones culinarias transforman productos simples en platos sabrosos. Las hierbas aromáticas como el romero, el orégano, la albahaca, la menta y el hinojo son muy utilizadas en la cocina tradicional de las Islas Eolias. El marisco a la plancha se degusta con salsa salmoriglio, hecha con aceite, limón, orégano y pimienta roja. De postre, probad las Giggi eolias y los Nacatuli de Lipari. De beber, la Malvasia y la Marsala son los licores más populares. Os aconsejamos probar: el Ravioloni di Cernia, el Treccette y el arroz negro con calamares y sepia.
Una escala de crucero en Lipari es ideal para divertirse y hacer visitas culturales a la vez. La plaza Marina Corta es una de las zonas turísticas de la ciudad, con todos sus bares y restaurantes con vistas al puerto pintoresco. Para salir de compras, el lugar perfecto es la calle Vittorio Emanuele. Llena de tiendas, esta calle está conectada con otras calles típicas que os invitan a pasear. Para descansar, las playas de la isla como las playas Spaggia Bianca y Portinente son ideales. Os aconsejamos: visitar la estación termal de San Calogero, comprar Malvasia y miel.
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