Crucero Bélgica

Este pequeño país ofrece una sorprendente paleta de contrastes que van desde playas familiares en la costa a ciudades medievales como Brujas y Gand, pasando por los bosques de los valles de las Ardenas. El Reino de Bélgica es un país del Oeste de Europa que cuenta con ciudades que han servido de inspiración a numerosos artistas: Amberes y su casco antiguo o el centro de Bruselas, que alía encanto y modernismo cosmopolita. También podréis encontrar pistas de esquí de fondo en las Ardenas belgas.

Población : Con una población estimada de 10,3 millones de habitantes, Bélgica es un pequeño país situado en el seno de la Unión europea. Su población es equivalente a la de Portugal o a la de Grecia, pero inferior a la de los Países Bajos, y posee una gran densidad poblacional. El país se encuentra históricamente dividido entre neerlandófonos (flamencos) y francófocos (valones).

Religión : Un 96% de los habitantes de Bélgica son católicos, y también hay minorías protestantes, anglicanas e israelitas.

Historia : Los rastros más antiguos de presencia humana en Bélgica se han encontrado en Hallembaye, en la provincia de Lieja, y datan de unos 800.000 años. En el 843 las regiones de Francia y la Lotaringia se separaron. Hasta el 1300 el desarrollo de las ciudades fue alimentado por una coyuntura económica favorable, por lo que se consideró necesario construir una segunda muralla. Esta expansión se vio frenada en el siglo XIV por numerosas crisis y epidemias de peste, el número de ciudadanos se estancó y comenzó a recular. La mayoría de ciudades no volvieron a encontrar el nivel de población que tenían en el año 1300 hasta el siglo XIX. Con motivo de la Guerra de los Cien Años, Bélgica (exceptuando el Principado de Lieja) y los Países Bajos actuales pasaron a manos de los duques de Borgoña. Felipe II de España reinaba este país en el 1555, en el 1579 obtuvo su independencia de las Provincias Unidas y las del sur continuaron siendo españolas. En el 1795 Francia ocupaba el país: cuando Napoleón se hizo con el poder, Bélgica fue integrada al Imperio Francés. Durante la dominación francesa la revolución industrial llegó a Bélgica y Valonia se convirtió en una de las regiones más industrializadas de Europa. Flandes siguió estando podo industrializada, y el uso del neerlandés fue severamente reprimido por el Imperio. La dominación francesa terminó en el 1815 con la derrota de Waterloo. En el 1931 Leopoldo I se convirtió en el primer Rey del país, y fue sucedido en el 1885 por Leopoldo II. En el 1908 el Congo se convirtió en un territorio belga. En el 1914, durante la aplicación del plan Schlieffen, Alemania, en guerra contra Francia, invadió Bélgica para rodear los ejércitos franceses por el norte. La violación de la neutralidad belga desató la entrada del Reino Unido en la guerra. A pesar de una fuerte resistencia, el ejército belga conducido por el rey Alberto I fue rápidamente sumergido y el país estuvo ocupado durante toda la guerra excepto en la región situada detrás de la línea de Yser. Tras la guerra, Bélgica obtuvo algunas antiguas colonias alemanas, Ruanda y Burundi. En el 1940, durante la Segunda Guerra Mundial, Bélgica fue de nuevo ocupada por Alemania. Contra la opinión del gobierno, tras una batalla desesperada el Rey Leopoldo II decidió capitular. Esta decisión del rey fue considerada por algunos como una traición. El Rey Leopoldo III se quedó en Bélgica como prisionero de guerra, rechazando ejercer sus funciones oficiales, hasta que abdicó en favor de su hijo. En el 1993 Bélgica se convirtió en un estado federal formado por Bruselas, Flandes y Valonia. En el 2003 la coalición de los liberales y los socialistas fue reconducida, los verdes disminuyeron su número y la extrema derecha progresó.

Bruselas es la capital de Bélgica y el centro de la Unión Europea y de la OTAN. Entre los principales monumentos de Bruselas destacan la Catedral St. Michel y Santa Gúdula (siglos XIII-XVI) y la famosa Gran Plaza situada en el corazón de la ciudad. También encontraréis el Ayuntamiento, construido a principios del siglo XV, y la Casa del Rey, que posee el Museo Municipal. En Bruselas también encontraréis otras actividades como el Mont des Arts, un parque que une la ciudad alta con la ciudad baja, la elegante Plaza Real y decenas de museos interesantes como el Museo de Arte Antiguo y el Museo de Arte Moderno. La estatua de la fuente de Manneken-Pis continúa siendo el lugar favorito de los turistas.
Amberes es una ciudad histórica efervescente situada a orillas del rio Escalda. La Catedral de Notre Dame (siglos XIV-XVI) merece la pena una visita, tanto por su arquitectura como por las obras maestras de Rubens que posee. Otros de los atractivos turísticos que encontramos son el Museo Real de Bellas Artes, donde encontraréis una de las colecciones de obras de Pierre Paul Rubens más bonitas del mundo, así como otros 1.000 cuadros de grandes maestros y 1.500 obras más recientes; la Casa de Rubens, una magnífica construcción del siglo XVII donde vivió y trabajó el famoso pintor, que posee algunas telas del maestro y de sus colaboradores, y una multitud de otros museos e iglesias.
Brujas es una ciudad que podréis descubrir fácilmente a pie. Con sus calles de piedras y sus canales, es también conocida como la Venecia del Norte. Ofrece numerosos atractivos turísticos como la Catedral San Salvador, un soberbio ejemplo de arquitectura gótica del siglo XIII, y numerosos tesoros. La ciudad cuenta con varios museos como el Museo de Groeninge, que posee una fascinante colección que recoge seis siglos de pintura flamenca, de Jan van Eyck a Marcel Broodthaers.
Gand es una ciudad muy interesante por sus casas antiguas, su castillo de condes, sus museos y su catedral. En Gand también encontraréis tres abadías y un mercado de flores muy animado.

La mejor época para viajar a Bélgica es entre junio y septiembre.

Documento Nacional de Identidad o Pasaporte.