Entre la calle Karl Johan y Kvadraturen, el casco antiguo es el centro de visitas de los cruceristas con escala en Oslo. Construido en el siglo XIX y dominado por la catedral de la ciudad, el bazar y sus arcadas, este es el punto de partida ideal de las visitas de Oslo. Un poco más lejos encontraréis la Iglesia y la Fortaleza de Akershus, abiertas a recitales de música y con el sarcófago real. Excepto durante la temporada de verano, el barco-escuela Christian Radich amarra a los pies de la fortaleza. El Oslo rådhus (Ayuntamiento) se encuentra muy cerca de aquí, y destaca por sus murales, que trazan la historia noruega. Vuestro circuito se acaba en la trepidante calle Karl Johans Gates, famosa por sus cafés y pubs musicales.
Capital moderna de Noruega, Oslo puede estar orgullosa de su patrimonio cultural. Desde la fortaleza medieval de Akershus, que ofrece una espléndida vista de la bahía, hasta la calle Karl Johans donde están el Teatro y el Palacio Real Slottet, residencia oficial del Rey de Noruega, pasando por supuesto por la Oslo rådhus, el Ayuntamiento donde cada año se da el prestigioso Premio Nobel, las casas de madera de Kampen y Rodeløkka, la casas de Birkelunden, y el Museo Edvard Munch... vuestra aventura por Oslo está llena de sorpresas. Lugares de interés: la Ópera de Bjørvika, elOslo Bymuseum, el barco-escuela Christian Radich, el Museo Ibsen, el Museo Viking en la península de Bygdoy y las esculturas delParque Vigeland.
Los platos noruegos se descubren tanto en los restaurantes de Oslo-Este como en los cafés de moda del centro. Albóndigas o filetes, la carne de reno es uno de los platos más deliciosos que tenéis que probar en Oslo, acompañada de tyttebær, una mermelada de arándano rojo un poco acidulada muy popular entre los habitantes. Para disfrutar de buenos platos muy bien de precio os aconsejamos los restaurantes Eik, le Canard o Oscarsgate, recomendados también en la Guía Michelin. Aquí podréis probar el fårikål, un plato típico de chucrut de cerdo y comino, y también brioches de canela (skillingsboller) o soufflés de fruta (fromasj). Os aconsejamos probar: la manzana hervida con nata (tilslorte bondepiker), el fiskemolje hecho con huevos de pescado e hígado de bacalao y el salmón marinado o gravlaks.
Cuando bajéis a tierra durante vuestro crucero con escala en Oslo, encontraréis una gran oferta de ocio. Para ir de compras, podéis ir a las tiendas de lujo de la calle Karl Johan, a las tiendas de arte de Grünerløkka, o simplemente comprar productos exóticos en Grønland. ¿Ganas de playa? Las orillas de los fiordos son ideales para tumbarse tranquilamente, como en Bygdøy. Al final del día, pasearos por Oslo-Oeste para descubrir clubs de jazz y bares animados donde tomar algo. La zona de Aker Bryggeest tiene mucho encanto gracias a sus pubs con terraza a orillas del agua. Os aconsejamos: ir a un espectáculo de Smuget, pasear por las tiendas de Bygdøy, de Bogstadveien o de Majorstuen, divertiros en el Adventure Parxs y esquiar en la llanura de Holmenkollen.
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