Un paseo por el interior del país es la mejor manera de aprovechar al máximo las estancias en Hammerfest. El parque nacional de Seiland es el lugar ideal para combinar la observación, el deporte y el relax. Esta área protegida es especialmente apreciada por los paisajes llenos de contrastes que ofrece al visitante. Los senderos más interesantes pasan por los magníficos lagos de Øvrevannet y de Storvannet. Desde la cima del Seilandsjøkelen, un espectacular panorama, recompensa al viajero que ha alcanzado los 1000 m. de altura. Las vistas de los glaciares Nordmannsjøkelen y Seilandsjøkelen, del océano y de los fiordos, son realmente mágicas.
Aunque es más conocida entre los visitantes por ser laciudad-etapa de camino hacía el cabo Norte, el pequeño pueblo de Hammerfest tiene un patrimonio cultural que merece la pena conocer. La iglesia del pueblo, que desde mediados del siglo XX se alza sobre las callejuelas tranquilas es un testimonio pintoresco de la arquitectura privilegiada de aquella época. Los amantes de la historia podrán disfrutar con las visitas a varios centros culturales de gran interés como el Museo de la Reconstrucción. Las colecciones y las exposiciones permanentes de este centro excepcional, reconstituyen el pasado de Hammerfest después de la Segunda Guerra Mundial. Lugares de interés: el Museo de la caza, la iglesia de Hammerfest y el Museo de la Reconstrucción.
La cocina de Hammerfest, con sus deliciosos platos de pescado, se beneficia de las aguas generosas del mar de Noruega. El pueblo está repleto de restaurantes familiares que invitan al viajero a detenerse, en el transcurso de una escala en Hammerfest, para disfrutar de una buena comida, en cualquier momento del día. El roklaks (salmón ahumado) es el plato más típico de las regiones del norte , igual que el boknafisk (pescado seco con panceta). En lo que a las carnes se refiere, el cordero y la carne de caza son los platos más populares entre los residentes. El fårikål, un plato de cordero sazonado con comino y chucrut, es una verdadera delicia. Pruebe también: las albóndigas de ternera o kjottboller, las albóndigas de reno o finnebiff y las chuletas de cordero ahumadas o pinnekjott.
Una escala en Hammerfest durante un viaje en crucero por Noruega, es una buena ocasión para disfrutar de actividades al aire libre. La ciudad se ha convertido en el punto de partida de las expediciones al famoso glaciar noruego. Los caminantes tienen la oportunidad de admirar, entonces, algunos de los paisajes más hermosos de Noruega. Con el desarrollo turístico han florecido empresas de cruceros por el cabo Norte. En Hammerfest, los atardeceres son tranquilos. Es el momento de sentarse en algún bar, relajarse y conocer a otros noctámbulos. Qué hacer: excursiones y visitas guiadas al glaciar noruego o un mini-crucero comentado hacía el cabo Norte.
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